Mientras el Poder Judicial confirma los nueve meses de prisión preventiva para Pepe Julio Gutiérrez, uno de los líderes de Tierra y Libertad (TyL) en el conflicto social contra el proyecto minero Tia Maria, la revista Poder publicó un especial sobre las izquierdas peruanas. Convenientemente, el análisis excluye al líder antiminero preso, pese a que TyL es una de las dos agrupaciones de izquierda que cuenta con inscripción electoral. El otro movimiento con inscripción es el Partido Humanista de Yehude Simon. El primero acusado de corrupción al publicarse un audio que probaría que pidió dinero a cambio de levantar el paro antiminero. Y el segundo liderado por quien fuera Presidente del Consejo de Ministros del régimen aprista durante el Baguazo y asiduo visitante de Antauro Humala en Piedras Gordas.
¿Por qué la izquierda no ha logrado articular uno o más partidos políticos sólidos?. ¿Por qué sus líderes andan de arrendadores o inquilinos de “vientres de alquiler”? La respuesta está en los hechos. ¿Podemos confiar en la solidez de un líder como Siomi Lerner, que considera que la actriz Mónica Sánchez es presidenciable?
Y es que la izquierda, como los simulacros de partidos existentes, ha caído en la misma trampa de proponer vedettes, deportistas o figuras de farándula, a falta de ideología, cuadros y trabajo de bases, para atraer el interés de la población, al más puro estilo de Susy DIaz y su 13 pintado de rojo en el poto.
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..Mientras tanto, Susana Villarán defiende políticamente las evidentes irregularidades de la Primera Dama, Nadine Heredia, sosteniendo que las denuncias en su contra no son más que la representación de la violencia política contra la mujer (sic).
El crecimiento económico experimentado por el Perú en la última década, y que es producto del modelo “neoliberal” como sostienen los izquierdistas, ha generado una nueva clase media cuyos intereses no son representados por las izquierdas. Esa clase media no está aglutinada en sindicatos de trabajadores, como sostuvo hace unos días Hugo Neira, sino que está formada por emprendedores. Y las izquierdas peruanas no han entendido que para llegar a ellos necesitan modernizarse, entender el modelo que los hizo surgir en lugar de atacarlo de manera irracional.
Hace unos días, Julio Velarde sostuvo que la desaceleración de la economía y la reducción del crecimiento económico estimado para el 2015 se explica por la caída en los sectores construcción y de las industrias extractivas como los hidrocarburos. En ese contexto, TyL está preocupado en sacudirse el calificativo de antiminero. Así, Pedro Francke sostiene que “el Partido le dice sí a la minería, pero con un buen manejo medioambiental, respeto a la consulta previa y con ordenamiento territorial.” El problema es que los argumentos de Francke se contradicen con lo que en la práctica hacen sus correligionarios Marco Arana y Pepe julio Gutiérrez.
En una democracia funcional, todos los sectores de la población deberían estar representados. Por ello la importancia de la existencia de partidos políticos sólidos que representen los intereses ciudadanos y no solo los intereses personales de sus miembros.
La izquierda no ha logrado entender la transformación del Perú. De ahí las incoherencias que reflejan la prioridad de los intereses personales de sus miembros por encima de la constitución de verdaderos partidos políticos que representen a una izquierda moderna.
Por María Cecilia Villegas
Elmontonero.pe